Pautas para mejorar la autoestima:
- Treya
- 19 feb 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 30 nov 2020

Reconocernos: Saber verme y observarme, descubrir mis puntos fuertes y mis debilidades, aceptar como soy, y entender, qué y para qué, utilizo ciertas tendencias.
Aceptar con cariño mis sombras, decidir si quiero trabajar con ellas.
Potenciar mis luces.
Responsabilizarme: Si decido no cambiar nada, seré consecuente y honesto conmigo.
No tiene sentido seguir siendo víctima o estar permanentemente enfadado con el mundo, echando balones fuera, si soy yo quien decido no salir de mi zona de confort.
Entonces, decida lo que decida, me responsabilizo de mi.
- No generalizar: No podemos convertir nuestros errores en los puntos de base de nuestra existencia.
Si somos conscientes de ellos, ya es un gran paso, pues así, podremos aceptarlos y trabajarlos.
No podemos decir que en general y en todos los aspectos de nuestra vida seamos, por poner unos ejemplos, desastrosos porque he derramado el café, o calificarme de psicópata, porque a veces pierdo los nervios. O de vago, porque hoy no tengo ganas de hacer nada.
- Centrarnos en lo positivo: Acostumbrarnos a observar las características buenas que tenemos. Todos tenemos algo bueno de lo cual podemos sentirnos orgullosos; nos hará bien apreciarlo y tenerlo en cuenta, cuando nos evaluemos a nosotros mismos.
- Hacernos conscientes de los logros: Mirar ahora, y con respecto al pasado, los logros que hemos obtenido, y así ser conscientes, que podemos conseguir nuestros objetivos. Hemos de reconocer en nosotros, la capacidad de hacer o cambiar cosas que dependen de nosotros, y así esforzarnos por conseguirlas.
- No compararse: No tiene sentido que nos comparemos con otras personas o que nos sintamos inferiores a otras personas. Como tampoco lo tiene, el sentirse superior. Todos tenemos algo en lo que somos mejores y algo en lo que somos peores.
- Confiar en nosotros mismos: en nuestro corazón, nuestras capacidades, en nuestras opiniones…
Actuar siempre de acuerdo con lo que sentimos, percibimos, pensamos, dejarse ser sin preocuparse de la aprobación de los demás. Siempre evidentemente desde el respeto al otro.
Si no actúo conforme a lo que siento, deseo o soy, viviré en contradicción y lucha conmigo mismo, generándome dolor, enfadado con el mundo a través de mi malestar.
- Aceptarnos a nosotros mismos: Aceptar que con nuestras cualidades y defectos, somos, ante todo, personas importantes y valiosas. Sin gotas de agua no existiría el mar.
- Darme cuenta: Observarme, darme cuenta de que me beneficia y que me perjudica, aceptarme tal cual soy ahora, y decidir si quiero cambiar algo.
Si es así, con auto-consciencia, esfuerzo y constancia, camino hacia mi objetivo.
Me observo, me doy cuenta de aquellos aspectos de mí, con los que no estoy satisfecho o me dañan. Acepto con cariño esa parte de mi personalidad, sin castigarme por ella, sin negarla.
Solo haciendo consciente lo inconsciente.
Aceptando mis sombras, podré trabajar en ellas y avanzar.
Cada pequeño avance, es un chute de autoestima.
Para ello es útil que identifiquemos qué es lo que nos gustaría mejorar en nosotros mismos o qué nos gustaría lograr, luego debemos establecer metas a conseguir, encontrar una forma, establecer un plan, y esforzarnos por caminar hacia a esos cambios.
Comments