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Respirar bien, una asignatura pendiente.

  • Foto del escritor: Treya
    Treya
  • 11 jun 2018
  • 4 Min. de lectura


"Respirar bien, una asignatura pendiente" Public. Hospital Juan Cardona (A Coruña)

Beneficios de una respiración correcta:
  • Reducción del esfuerzo del corazón y la tensión arterial, mejora de la circulación sanguínea y disminución del riesgo de padecer enfermedades cardíacas.

  • Incremento del número de glóbulos rojos, generando mayor oxigenación y cantidad de sangre, que ayuda a eliminar más fácilmente las toxinas de nuestro cuerpo.

  • Aumento de la capacidad del organismo de asimilar y digerir los alimentos, mejora del tránsito gastrointestinal y un óptimo funcionamiento de los órganos abdominales debido a los movimientos masajeantes del diafragma durante la respiración.

  • Mayor rejuvenecimiento de las glándulas y de la piel.

  • Mejora del funcionamiento del sistema nervioso parasimpático: los latidos se reducen y los músculos se relajan. Todo ello se traduce en una buena actividad cerebral y mental, que repercute en nuestro estado de ánimo.

  • Mejora de la elasticidad de los pulmones, que se vigorizan y se fortalecen, aumentando su capacidad potencial y resistencia ante el esfuerzo.

  • El adecuado suministro de oxígeno ayuda a quemar más fácilmente las grasas, y proporciona un correcto nivel de alimento a los tejidos y glándulas.

Problemas derivados de una respiración incorrecta:
  • Disminución de la capacidad pulmonar y torácica, reducción de la circulación sanguínea, pérdida de calor corporal y sobresfuerzo del corazón para enviar oxígeno.

  • Reseco en la boca, falta de oxigenación y acumulación de toxinas.

  • Digestión pesada e irregular por problemas a la hora de hacer el metabolismo.

  • Reducción de la regeneración de células y glándulas: envejecimiento prematuro.

  • Deterioro del estado del sistema nervioso e inmunológico.

  • Sensación de cansancio, fatiga, ansiedad, ahogo y malestar general.

  • El cerebro es el órgano que consume más oxígeno, por ello una mala respiración puede ocasionar dolor de cabeza, somnolencia, aparición de pensamientos negativos o depresión.

Aprender a respirar:

Practicar la respiración consciente durante un rato cada día nos ayudará no sólo a adquirir unos hábitos de respiración más sanos, sino también a estar más relajados, optimistas y felices en nuestro día a día. Dedique unos 15 minutos diarios a realizar estos ejercicios y pronto observará los cambios. Es aconsejable realizarlos de pie, o sentados con la espalda recta:

  • Inspiración: el aire entra lentamente en los pulmones hasta alcanzar su máximo.

  • Retención: el aire se mantiene unos segundos para que las células se oxigenen.

  • Espiración: se expele lentamente el aire inspirado, que lleva consigo el dióxido de carbono y el resto de partículas de deshecho liberadas por las células y la sangre.

  • Descanso: los músculos y el aparato respiratorio quedan relajados durante unos segundos, antes de volver a iniciar el siguiente ciclo respiratorio.

Los distintos ritmos en los que pueden ejecutarse estas fases dependerán del efecto que queramos conseguir.

Un ritmo normal tonificante consistiría en 8 segundos de inspiración, 4 de retención, 8 de espiración y 4 de descanso.

Al comienzo de la práctica de la “respiración consciente” estos tiempos pueden resultar difíciles. Por eso, resulta conveniente empezar por ritmos de 6:3:6:3.

Siguiendo la misma pauta de la respiración rítmica consciente, las fases de inspiración y espiración deben durar lo mismo, mientras que las de retención y descanso serán la mitad que las anteriores. Una fórmula adecuada para la relajación sería 2:1:2:1.

Respiración como práctica de Mindfulness:

(por AMIRES ONG)

Mejorar la atención y la concentración es el objetivo de esta práctica, parando la dispersión de la mente que se distrae constantemente con pensamientos (preocupaciones, juicios, prejuicios, ensoñaciones, etc….)

Una mente más calmada, clara y estable es un instrumento muy eficaz para mejorar nuestra vida, manejando con más eficacia las emociones y aprendiendo a dirigir nuestra atención a aquello que es importante para nosotros a largo plazo, sin dejarnos llevar por los pensamientos que nos abruman.

Elegir la respiración como objeto de concentración es por varias razones, una de ellas que siempre nos acompaña, no necesitamos nada más que a nosotros mismos para ejercitarnos. Otra razón es que es algo muy sutil e inapreciable por los demás, en cualquier momento podemos practicar sin que nadie se dé cuenta. Una tercera es que es más fácil darse cuenta de que nos hemos distraído que si elegimos cualquier otro objeto de concentración fuera de nosotros mismos.

Una de las técnicas más sencillas, se trata de observar la respiración y notar la sensación del aire que entra y sale. Y si nos distraemos con cualquier pensamiento, cualquier preocupación grande o pequeña que tengamos en ese momento, o algo tan simple como “no sé si lo hago bien”, “demasiado difícil”, “qué incomodidad”, etc…, la respuesta nuestra debe ser volver a fijar la atención en nuestra respiración.

La mente se dispersa constantemente y el verdadero entrenamiento es darse cuenta de que uno se ha distraído y volver al “darse cuenta de la respiración”, no tanto el estar concentrado constantemente, que es algo casi imposible, aunque mejorará con el tiempo si perseveramos.

No sirven de nada los reproches por distraernos, se trata de ser flexibles con nosotros mismos, sin enfadarnos por no hacerlo bien, simplemente hacerlo.

Aunque durante el ejercicio la mente nos arrastre fuera de la práctica mil veces no importa, cuantas más veces me dé cuenta de que me he distraído y vuelva a concentrar mi atención en la respiración, más entrenamiento tendré.

Letra de RESPIRA (Natalia Doco) :

Alors, alors je respire. Même si la tête, ne peut plus y croire

Alors, alors je respire Même si le cœur, me quiere explotar

Alors, alors je respire Même si le monde, no entiende nada

Alors, alors je respire Même si le ciel, todavia no aclara.

Respira y deja que el viento te enseñe qu’il faut, encore y croire

Respira y deja que el tiempo te pruebe qu’il ne jamais trop tard

Cada armonía que el viento me trae, me pone de nuevo a cantar

Nunca te olvides que todo es más fácil Y es bueno aprender a confiar

Si olvidas respira. Si olvidas respira.

La pena, penita, pena ahora tu respiras.

Alors, alors je respire, même si la tête, me vuelve a atrapar, (y a veces pasa)

Alors alors je respire et respire, que après la pluie, un nouveau départ

Respira en cualquier momento y olvida todo pensamiento

Respira y suelta el lamento. Respira, ven y vuélvete el viento

Cada promesa que el tiempo me trae, me pone de nuevo a bailar

Nunca me olvido que todo es más fácil, que quiero aprender a confiar

Si olvidas respira. Si olvidas respira

La pena, penita, pena ahora tu respiras.

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