Mantras:
La palabra mantra consta de dos partes: «man», que es la raíz fonética de la palabra «mente», y «tra», que es la raíz fonética de la palabra «instrumento». Así pues, la palabra mantra significa
literalmente «instrumento de la mente».
La antigua tradición de sabiduría védica analizó los distintos sonidos de la naturaleza, las vibraciones fundamentales del mundo que nos rodea.
De acuerdo con los vedas, estos sonidos son expresiones de la mente infinita o cósmica, y constituyen la base del lenguaje humano.
Por ejemplo, si pronuncias todas las letras el alfabeto, vocales y consonantes, escucharás que esos sonidos son los que emiten espontáneamente todos los bebés.
Estos sonidos también contienen las mismas vibraciones que producen los animales. Y si escuchas cuidadosamente, notarás que los mismos sonidos están por todas partes en la naturaleza.
Son los sonidos del viento, del crepitar del fuego, del trueno, de la corriente del río, del estallido de las olas en la playa.
La naturaleza es vibración. El ser infinito vibra y su vibración es rítmica, musical y primordial. La vibración es el medio por el cual el potencial infinito se expresa como universo manifiesto.
El universo manifiesto, al parecer formado de objetos sólidos, en realidad se constituye de vibraciones, y los objetos vibran a distintas frecuencias. Obviamente, si pateo una roca grande no siento vibración, sino dolor. Sin embargo, el hecho es que el pie que siente el dolor y el cerebro que lo registra, también son vibración.
La vibración interactúa con la vibración y nosotros interpretamos eso como materia y sensación.
Mantra es una palabra que describe esta característica del Universo.
Se dice que los sabios antiguos escuchaban estas vibraciones del Universo cuando estaban en profunda meditación. Todos podemos escucharlas en cualquier momento. Es sencillo. Si acallas tu mente y te sientas en silencio, escucharás vibraciones.
Puedes probarlo cuando quieras; incluso, si te tapas los oídos las escucharás. Tu cuerpo también vibra con constancia, pero los sonidos son tan leves que, por lo general, no los escuchas. Si te sientas en silencio en un lugar donde no haya ruido, escucharás un zumbido de fondo en el aire. Y si empiezas a prestarle atención, con la práctica lograrás escuchar todos los mantras que están registrados en la literatura védica.
Los vedas también afirman que si recitas en voz alta un mantra, su patrón específico de vibraciones genera efectos propios que pueden dar lugar a sucesos en el ámbito físico.
La recitación mental de un mantra genera una vibración mental, que luego se vuelve más abstracta; ésta, al final, te traslada al campo de conciencia o espíritu puro desde donde surgió la vibración. Por ello, un mantra es una manera muy eficaz de trascender y regresar a la fuente de pensamiento, que es conciencia pura.
Ésta es la razón por la que se recomiendan mantras específicos: por las vibraciones específicas que inducen.
El mantra que utilizo y recomiendo para alcanzar el sincrodestino es simplemente «so-hum».
Éste es el mantra de la respiración. Si te concentras en tu respiración escucharás «so-hum» conforme el aire entra y sale de tus pulmones.
Mientras inhalas, el sonido de esa vibración es «so»;
cuando exhalas, el sonido es «hum».
Si quieres puedes experimentar con esto.
Inhala profundamente, cierra los ojos y la boca, y exhala con energía por la nariz. Si te concentras escucharás el «hum» con claridad.
Una de las técnicas de la meditación consiste, simplemente, en concentrarse en el lugar de procedencia de la respiración. Con los ojos cerrados, inhala y piensa en la palabra «so»; cuando exhales, piensa en la palabra «hum». Gradualmente, la respiración y el sonido se harán más y más pausados.
La respiración se tranquiliza tanto que casi parece detenerse.
Cuando tranquilizas tu respiración, tranquilizas tu mente. Cuando trasciendes, el mantra «so-hum» desaparece por completo y tu respiración se detiene por un instante. El tiempo mismo hace una pausa y te encuentras en el campo de la conciencia pura, en el ámbito no circunscrito, en el espíritu, en el fundamento del ser.
El mantra, por tanto, es una forma de experimentar la conciencia no circunscrita.
Aborígenes australianos, hindúes, indios americanos y muchas otras culturas tradicionales los han utilizado durante miles de años. En todas las tradiciones, el uso de mantras implica cantar para crear vibraciones especiales, sonidos del Universo que forjan algo de la nada, que mueven energía de lo no manifiesto a lo manifiesto.
Sutras:
Un sutra es un mantra con significado. El mantra en sí mismo no significa nada; es sólo una vibración, un sonido.
Se convierte en sutra cuando hay una intención codificada en el sonido. Sutra es una palabra en sánscrito que deriva de la voz latina «sutre». Ésta es la raíz de la palabra castellana «suturar», que significa «unir con costura». Un sutra es literalmente un zurcido en el alma, un zurcido de intención.
Tanto los mantras como los sutras nos permiten trascender a una conciencia más profunda.
Puedes utilizar el mantra «so-hum» para trascender y después una palabra, un sutra, para sembrar una intención particular en tu conciencia.
Los mensajes de los sutras son simples y complejos al mismo tiempo. Puede tomarme todo un día o la mitad del libro, explicar y comprender el sutra «aham brahmasmi»
(«la esencia de mi ser es la realidad última, raíz y sustento de todo lo que existe»).
Sin embargo, él mismo contiene la comprensión plena de ese complejo pensamiento.
El sutra, esa frase, encierra su comprensión total.
Con sólo ponerle atención experimentarás y comprenderás la explicación de su contenido.
Hay mantras y sutras que han sido utilizados provechosamente durante miles de años (…)
Aunque las palabras en sánscrito que expresan esos sutras te suenen extrañas, eso no les resta efectividad.
No tienes que entender su significado para que funcionen. Recuerda: son los sonidos de la naturaleza e incluyen su significado. El alma entenderá su significado aun cuando tú no puedas.
¿Por qué se utilizan como mantras y sutras estas antiguas palabras, en vez de otras más modernas? La respuesta tiene que ver con la potencia. La utilización de mantras y sutras nuevos dificulta el proceso de experimentar la sincronicidad. Puedo ir de mi casa a la oficina de muchas maneras: puedo tomar la carretera; guiarme con un mapa de carreteras o con uno topográfico; tomar un helicóptero; ir al muelle y tomar un barco.
Sin embargo, si tomo un camino bien andado, conocido y que he tomado muchas veces, el viaje será más fácil.
Del mismo modo, los mantras y sutras que han sido utilizados durante miles de años, por millones de personas a lo largo de las generaciones, constituyen la ruta más sencilla hacia la trascendencia y el ámbito no circunscrito.
Hay una razón más para utilizar algo que ha sido empleado muchas veces antes para un propósito particular. Cada vez que se utiliza un mantra o un sutra, se incrementan las posibilidades de
que se produzca un resultado similar en un uso posterior de ese mantra o sutra.
En realidad, los sutras son intenciones que aumentan las probabilidades estadísticas de conversión de una función de onda, dentro de un rango de probabilidades previsible. Esto significa
que mientras más se utilice un sutra, mayor es la probabilidad de que su intención se cumpla.